Después de casi 3 meses pisé por fin terreno campero, el cual me ha servido para comprobar la estabilidad de mi tobillo lesionado en julio. Tras 3 horas de movimiento y paradas, fotografiando la carrera Euráfrica, he comprobado que, con cuidado, puedo comenzar a realizar las primeras rutas, aunque todavía habrá que esperar a que llueva algo. El sofocante calor de octubre y la sequía están destrozando nuestro entorno que, solo se salva, en los reductos de los Canutos de los arroyos y bosques de niebla.
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